Vamos a jugar a algo. Cierra los ojos, imagina que estás en la consulta de un dentista con tu hijo o hija y los vuelves a abrir antes de seguir leyendo.
¿Cómo era ese lugar? ¿Cómo se lo estaba pasando?
Si no estaba jugando a tirarse por un tobogán, disfrazándose, divirtiéndose con otro amigo o disfrutando con un juego, es porque aún no conoces Ziving.
Nuestra filosofía es que la experiencia de los pequeños pacientes, cuando acuden a sus revisiones y tratamientos de ortodoncias, tiene que ser la más divertida.
¿El objetivo? Que quieran volver, que vean a su dentista como un aliado. Algo que les ayudará a cuidar su boca incluso cuando alcancen la madurez.
Comprobarlo con tus propios ojos solo depende de ti. ¿Te reservamos una cita?