Ortodoncia Invisible

Los ataches son unos pequeños relieves de composite que se adhieren al diente.

Estos ataches sirven para hacer más efectivo el procedimiento, ya que los alineadores no pueden llevar a cabo los movimientos por sí mismos.

Es decir, necesitan estos pequeños relieves de composite para poder ejercer más fuerza y girar los dientes.

Hay diferentes tipos de ataches en función de su tamaño, forma o finalidad, es decir, del movimiento que se desea conseguir.

La colocación de estos ataches es personalizada, por lo que no todos los pacientes llevan el mismo número, ni en las mismas piezas dentales.

Asimismo, también es muy común que una persona no lleve los mismos ataches durante todo el tratamiento. Es decir, se van cambiando en función de las necesidades de cada etapa.

Una vez que los dientes se han alineado y termina el tratamiento, quitaremos todos los ataches de los dientes.

El ClinCheck es, probablemente, el mayor elemento diferencial de Invisalign respecto a otros sistemas de ortodoncia.

Decimos esto porque el ClinCheck es un software que aporta mucha predictibilidad al tratamiento.

Por un lado, permite recrear los movimientos que van a realizar los dientes a lo largo del tiempo.

Por otro lado, hace que el paciente pueda ver cuál va a ser el resultado final de su sonrisa antes de que le coloquemos el primer alineador.

Al contrario de lo que ocurre con los brackets, llevar Invisalign no implica restricciones con la comida o la bebida.

En lo que respecta a la comida, Invisalign siempre debe ser retirado antes de comer. Por tanto, el paciente puede comer cualquier cosa.

En el caso de la bebida, lo ideal es tomar solamente agua con Invisalign puesto.

Sin embargo, en este punto se debe tener en cuenta que si, por ejemplo, bebemos café a menudo, será preferible no quitarse las férulas.

Esta recomendación la hacemos simplemente porque si nos quitamos el aparato constantemente, al final del día lo habremos llevado menos de 22 horas.

La respuesta a esta pregunta está estrechamente relacionada con el apartado anterior.

Es decir, la duración del tratamiento depende fundamentalmente de la complejidad de la maloclusión a tratar.

Tal y como hemos indicado en el punto anterior, una maloclusión leve puede ser corregida en 12 meses, mientras que una severa puede requerir 24 meses o, incluso, más.

Tal y como hemos detallado en uno de los apartados anteriores, el periodo de adaptación es menor con Invisalign que con los brackets.

Esto se debe a que los alineadores son más cómodos, ya que no cuentan con elementos metálicos, como ocurre con los brackets.

Por tanto, no hay alambres que se claven y provoquen llagas, heridas o rozaduras.

Aunque Invisalign no duela, lo que sí es cierto es que durante los primeros días puede resultar incómodo.

Esto se debe a la simple presión que realizan los alineadores sobre los dientes.

Sin embargo, estas molestias van remitiendo y cuando llevamos 4 ó 5 días con Invisalign ya estamos completamente familiarizados con él.