¡Hoy te traemos un buen consejo para estudiantes!
Hay gestos cotidianos que a veces pasamos por alto. Ya sea porque son habituales y nos hemos acostumbrado a verlos o porque son tan comunes que ni siquiera reparamos en que son un mal hábito.
En este caso, hacerlo puede suponer un deterioro del esmalte dental o si tu hijo lleva ortodoncia, que se le salten los enganches.
¿A qué mala costumbre nos estamos refiriendo?
A morder el boli.
Si ves a tu hijo hacerlo, corrígele. Tanto ahora como cuando sea adulto le estarás enseñando a proteger su sonrisa.
Confiesa, ¿tú eres de morder el boli o los lápices? ¿Te imita?