Muchos padres vienen a nuestra clínica de ortodoncia y salud dental en Valencia y les diagnosticamos a sus hijos llevar ortodoncia. Aquí vienen las dudas. Hay que elegir entre Invisalign (es decir, la ortodoncia invisible o transparente) o los brackets.
Por lo general, los niños y adolescentes siempre prefieren Invisalign. Invisalign es un juego de fundas que se pueden intercambiar en casa en función de lo que indiquemos al iniciar el tratamiento. Tienen muchas ventajas. Las principales son dos: no se ven a no ver a simple vista, lo que es genial para su autoestima, y tampoco molestan a la hora de comer, pues se pueden retirar.
Esto también es positivo para los padres, pues nos aseguramos de que, si comen fuera, se van a limpiar bien los dientes para ahorrarnos alguna futura enfermedad periodontal o caries. Hasta aquí todo muy bien, pero, ¿merece la pena? Con lo despistados que son los adolescentes y los niños, ¿no acabarán perdiendo las fundas? Por nuestra experiencia os decimos que no es así.
Sí, Invisalign le merecerá mucho la pena a tu hijo adolescente
Cuando se habla de ‘poner un aparato’ a un menor, se asustan y se molestan porque piensan que les vamos a llenar la boca de ‘hierritos’. Cuando ven las fundas de Invisalign ¡alucinan! Se dan cuenta de que van a tener una sonrisa estupenda vistiendo unos complementos en la boca que no se ven, tampoco cuando se hacen selfies. Esto les hace estar orgullosos de sus Invisalign y los cuidan.
Es normal que los padres creamos que al ser una ortodoncia que se retira la acaben perdiendo. Cuando nosotros eramos pequeños, teníamos unas ortodoncias removibles muy incómodas que quedaban ceñidas al paladar. También tenían elementos metálicos que se veían, por lo que no les teníamos demasiado cariño… así que algunas acababan extraviadas. Pero este ya no es el caso. Cuando veas la cara de tu hija o hijo al ponerle Invisalign se te quitarán todas las dudas y comprobarás que sí que merece la pena.